lunes, 14 de enero de 2019

Relatos de una Copa de Vino

- Te juro, ¡lo vi todo!

El vino tiño sus mejillas y sacó sonrisas.
Para él, ella era magia con dosis de esplendidas catástrofes.
A ella, no le podía entender la mirada.

Él intencionalmente me acercaba y me murmuraba antes de beber:
Es perfecta! Inteligente hermosa, un poco rara...Perfecta!.

¡Que gusto da ver caras felices en este oficio estimada!

Él espero la canción perfecta,
se sirvió un poco más del exquisito Carmenere
y se acerco un poco más.

Fue cosa de un par de miradas, compañera. La suerte ya estaba echada.