domingo, 17 de julio de 2022

Se le conoce a los derechos humanos como entidades previas al poder político y su propuesta liberal existente es discutible. Aparecen como limites infranqueables que el poder político, no construyen si no que se limitan a reconocer y a protegen determinados intereses de los individuos y son planteados como derechos universales, absolutos, inalienables, irrenunciables intentando ofrecer un instrumento sólido para proteger a los individuos

Pero ¿Es tan clara la solides con lo escrito en dicha carta fundamental de la humanidad?

Los derechos humanos son normas de distintos sistemas en donde se establece que un determinado estado de cosas <<deben ser>> si el titular del derecho así lo quiere por encima de otra consideración. Desde ese punto de vista, los derechos fundamentales se les da características particulares universales, absolutos, inalienables e irrenunciables.

Sin embargo, la universalidad de los derechos humanos no existe. Las diferencias culturales en las sociedades son profundas. Los principios que subyacen en los derechos que se defienden son entendidos y aplicados de maneras diferentes según los lugares. Por lo tanto es difícil poner en practica una serie de derechos que no toman diferencia entre unos grupos sociales y otros. Por esta característica de la universalidad los derechos humanos es difícilmente defendible. 

Si bien los derechos son normas de los distintos sistemas, decir que existen derechos universales, o de validez universal, significa en definitiva que existen sistemas normativos que tienen validez universal. 

¿Tiene sentido decir que una norma tiene un ámbito de aplicación más amplio que el del propio sistema donde la norma se inserta?.

¿Existe realmente un sistema normativo que tenga validez universal?

En el ámbito jurídico, los derechos nacionales por definición no tienen validez universal, por ende los derechos insertos en esos ordenamientos no pueden ser validos universalmente. Podríamos pensar en un ordenamiento jurídico universal, pero los problemas no son pequeños y tienen distintos aspectos morales y particulares, internos y externos, que los dificulta resolutivamente. 

Y, aunque en definitiva cuando hablamos de la validez de las normas dentro de un estado, hacemos referencia a un poder lo suficientemente fuerte para imponer esas normas. 

¿Existe algo así en el orden internacional? 

¿Podemos hablar de un poder lo suficientemente fuerte como para imponer determinadas normas como puede ser la de los derechos humanos?

Y si no existe tal poder ¿Hasta que punto podemos decir con rigor que se trata de un ordenamiento valido universalmente que por lo tanto los derechos humanos son también universalmente validos?

Si nos vamos al ámbito moral, nos encontramos con lo mismo. ¿Existe a caso un sistema moral que tenga validez universal cuando llevamos 2500 años preguntándonos que será "el bien", viendo como las propuestas morales nacen, se desarrollan y desaparecen?, ¿Acaso hemos llegado al escalón final donde podemos defender un sistema de valides universal?

Y si surgen todas esas dudas respecto a los sistemas, ¿Cómo no van a surgir las dudas respecto a la universalidad de las normas que son los derechos humanos que se insertan en esos sistemas?

Que los derechos son absolutos y que vencen en todos los conflictos parece una idea que es muy difícil de defender. En la practica los conflictos entre los derechos se solucionan permitiendo que alguno de los derechos que entran en conflicto sea vencido y sea abatido por otro derecho Si los derechos fueran realmente absolutos los conflictos serian irresolubles, lamentablemente.

Desde el punto de vista jurídico, proponer que hay normas que vencen en todos los conflictos es decir  una afirmación apolítica insostenible. No podemos ser capaces de prever lo que el futuro puede depararnos y no podemos saber con antelación si esas normas son o dejan de ser vencibles o invencibles. El construir derechos irrenunciables de forma tal que esos titulares de esos derechos se ven obligados a querer siempre acceder al estado de cosas que el derecho protege es convertir los derechos en deberes.

La propuesta liberal que los derechos humanos son universales, absolutos, inalienables es una propuesta que merece ser sometida a crítica. 

Se trata de tomarse los derechos en serio, pero quizás de otra manera. Los derechos humanos forman uno de los pilares fundamentales de la ciudadanía, junto con la responsabilidad y participación política.

Por último, no debemos obviar que no es en absoluto deseable, inviable del punto de vista empírico y cuestionable desde el punto de vista normativo que la sociedad se convierta en una sociedad cosmopolita. Sobre todo si consideramos el vinculo entre la ciudadanía y la democracia en los últimos 2500 años.

¿Alcanzaremos alguna vez, ese concepto tan efímero e imaginario como la paz universal?