miércoles, 19 de junio de 2024

Preguntas abiertas

¿Qué tipo de mundo esperabas encontrar a esta edad?

¿En qué tipo de mundo te gustaría vivir en 30 años más?

¿Qué tipo de mundo te imaginas en 30 años más?




Reflexiones V

 Parece que avanzamos en el constante errar como país.

Extraviados de la realidad, 

como si esta fuera un delirio o un sueño infantil.

Ante esto, sólo la fuerza de la razón, de la verdadera razón que se ha comprendido y explicado a sí mismo, puede despertarnos de dicho velo.

Lee.

Conversa.

Dale voz a tus pensamientos sobre una sociedad mejor.







miércoles, 3 de mayo de 2023

Ante tanta incertidumbre,

ante tanta injustica.

Donde los malos no pierden, siempre ganan.

¡Míranos ahora como estamos!

No sabemos cuanto tiempo llevamos haciendo duelo o sufriendo la perdida de algo que soñamos pero, a mi parecer, escasamente tenemos.




 

martes, 22 de noviembre de 2022

Todo lo que falta es una injustificable y egoísta lucha por el poder.
Será una guerra, una nueva o un proximo gobierno radical que ordene los pensamientos vagos de los irracionales.
Venga como venga seguirá siendo el pan de cada día, de cada siglo, de cada centenario.


domingo, 20 de noviembre de 2022

Secuelas

Aún nos pesa Pinochet

Su odio contra él nos hace ciegos, sordos e ignorantes. No estamos formando ni creando nuevos tiempos ni tácticas para desarrollar un país que sea potencia mundial. Mantenemos su modelo de crecimiento mediocre.

Tan presente tenemos el nombre Pinochet que es la base para separar Chile en tres grupos sociales. 
  • Los imbéciles caraderaja que validan la sociedad actual existente y les encanta como avanza culturalmente.
  • Los mediocres individualistas cobardes iletrados.
  • Los que quieren cambiar el mundo, los que sueñan y les duele el país carente de amor.
Y tan presente tenemos en nosotros a Pinochet que nos vinculamos socialmente tal como él quería que fuera. Tan pusilánimes que nos quitamos el prestigio de vivir en paz.
Preferimos no jugar el ajedrez,
Preferimos no invertir en lo que todos sabemos que se debe invertir.
Preferimos seguir modelos de primera persona de televisión, músicos y religiosos.
¿Dónde se escondió la astucia del crecer personalmente?

Nos pesa Pinochet tanto como nos pesa el pasado en tristeza, no podemos (queremos) dejar el pasado atrás. 
Ni perdón ni Olvido. Vaya frase tan manipuladamente mal dirigida.
¿A quién debemos "no seguir perdonando" si ya no hay nadie de ellos? Solo quedan los adeptos porfiados. Deja que malgasten su honor y su dinero en el dominio del poder.
¿De que nos sirve el enfoque de "no olvidar" si ese mismo no nos permite ganar? Yo quiero ganar y construir un país mejor. ¿Por qué es tan difícil?
Hablamos del pasado de Chile sin sanar aquella herida en ese infante país subdesarrollado. 
Nos duele el pasado y no hemos aprendido nada de sus raíces. Nos aferramos a él, vivimos constantemente en él.

Aún así, es curioso un punto super importante. Pinochet es más que el fiel reflejo de los chilenos: crueles, individualistas, adiestrados modelos de dominador, consumistas que viven en círculos cerrados. ¿No te suena?¿Lo ves en la calle?. Él esta ahí, él vive en nuestro presente, en la interacción estructurada y justificada de nuestro día a día.
En el pasarse una roja.
En el conducir borrachos.
En robar al otro y matarle para lograr lo que tu deseas.
En el ensuciar las calles.
En el dañar nuestro entorno.
En el vivir enrejados.
En el vivir con miedo.
Él vive aún en esos actos individuales que nos molestan de los chilenos. 
¿Cuándo lo dejaremos de lado?

Por mi parte, él no es parte de mi y veo impertinente tenerlo en el discurso callejero. Eso solo aviva el silencio del razonamiento.
Pobres almas sin consuelo.



viernes, 5 de agosto de 2022

De pura casualidad

los dos mirando hacia atrás

oyendo y pensando en el nunca jamás

se encontraron en el ojalá.

Peligro de proximidad,

peligro de eternidad.




domingo, 17 de julio de 2022

Se le conoce a los derechos humanos como entidades previas al poder político y su propuesta liberal existente es discutible. Aparecen como limites infranqueables que el poder político, no construyen si no que se limitan a reconocer y a protegen determinados intereses de los individuos y son planteados como derechos universales, absolutos, inalienables, irrenunciables intentando ofrecer un instrumento sólido para proteger a los individuos

Pero ¿Es tan clara la solides con lo escrito en dicha carta fundamental de la humanidad?

Los derechos humanos son normas de distintos sistemas en donde se establece que un determinado estado de cosas <<deben ser>> si el titular del derecho así lo quiere por encima de otra consideración. Desde ese punto de vista, los derechos fundamentales se les da características particulares universales, absolutos, inalienables e irrenunciables.

Sin embargo, la universalidad de los derechos humanos no existe. Las diferencias culturales en las sociedades son profundas. Los principios que subyacen en los derechos que se defienden son entendidos y aplicados de maneras diferentes según los lugares. Por lo tanto es difícil poner en practica una serie de derechos que no toman diferencia entre unos grupos sociales y otros. Por esta característica de la universalidad los derechos humanos es difícilmente defendible. 

Si bien los derechos son normas de los distintos sistemas, decir que existen derechos universales, o de validez universal, significa en definitiva que existen sistemas normativos que tienen validez universal. 

¿Tiene sentido decir que una norma tiene un ámbito de aplicación más amplio que el del propio sistema donde la norma se inserta?.

¿Existe realmente un sistema normativo que tenga validez universal?

En el ámbito jurídico, los derechos nacionales por definición no tienen validez universal, por ende los derechos insertos en esos ordenamientos no pueden ser validos universalmente. Podríamos pensar en un ordenamiento jurídico universal, pero los problemas no son pequeños y tienen distintos aspectos morales y particulares, internos y externos, que los dificulta resolutivamente. 

Y, aunque en definitiva cuando hablamos de la validez de las normas dentro de un estado, hacemos referencia a un poder lo suficientemente fuerte para imponer esas normas. 

¿Existe algo así en el orden internacional? 

¿Podemos hablar de un poder lo suficientemente fuerte como para imponer determinadas normas como puede ser la de los derechos humanos?

Y si no existe tal poder ¿Hasta que punto podemos decir con rigor que se trata de un ordenamiento valido universalmente que por lo tanto los derechos humanos son también universalmente validos?

Si nos vamos al ámbito moral, nos encontramos con lo mismo. ¿Existe a caso un sistema moral que tenga validez universal cuando llevamos 2500 años preguntándonos que será "el bien", viendo como las propuestas morales nacen, se desarrollan y desaparecen?, ¿Acaso hemos llegado al escalón final donde podemos defender un sistema de valides universal?

Y si surgen todas esas dudas respecto a los sistemas, ¿Cómo no van a surgir las dudas respecto a la universalidad de las normas que son los derechos humanos que se insertan en esos sistemas?

Que los derechos son absolutos y que vencen en todos los conflictos parece una idea que es muy difícil de defender. En la practica los conflictos entre los derechos se solucionan permitiendo que alguno de los derechos que entran en conflicto sea vencido y sea abatido por otro derecho Si los derechos fueran realmente absolutos los conflictos serian irresolubles, lamentablemente.

Desde el punto de vista jurídico, proponer que hay normas que vencen en todos los conflictos es decir  una afirmación apolítica insostenible. No podemos ser capaces de prever lo que el futuro puede depararnos y no podemos saber con antelación si esas normas son o dejan de ser vencibles o invencibles. El construir derechos irrenunciables de forma tal que esos titulares de esos derechos se ven obligados a querer siempre acceder al estado de cosas que el derecho protege es convertir los derechos en deberes.

La propuesta liberal que los derechos humanos son universales, absolutos, inalienables es una propuesta que merece ser sometida a crítica. 

Se trata de tomarse los derechos en serio, pero quizás de otra manera. Los derechos humanos forman uno de los pilares fundamentales de la ciudadanía, junto con la responsabilidad y participación política.

Por último, no debemos obviar que no es en absoluto deseable, inviable del punto de vista empírico y cuestionable desde el punto de vista normativo que la sociedad se convierta en una sociedad cosmopolita. Sobre todo si consideramos el vinculo entre la ciudadanía y la democracia en los últimos 2500 años.

¿Alcanzaremos alguna vez, ese concepto tan efímero e imaginario como la paz universal?